Hallada nueva especie de carroñeros: los periodistas

Foto: B&W TV #1 vía photopin (license)

Julen, un ser de luz de solo 2 añitos, tenía toda una vida por delante pero no pudo ser, un maldito agujero hecho de manera ilegal acabó con su vida llevándose cruelmente todos sus sueños, presentes y sobretodo futuros, aunque el más inmediato fuera comerse una bolsa de gusanitos saboreándola como si fuera el manjar más delicioso que existe, un accidente que sacó lo mejor de las personas gracias a su solidaridad y a su esfuerzo sin descanso, pero que también ha sacado definitivamente a la luz lo peor de la sociedad española, esa vertiente morbosa, sin sentimientos, fría, calculadora, despreciable, y que horas después de conocerse un final que, aunque la esperanza se diga que es lo último que se debe perder todos intuíamos, todavía sigue, el show debe continuar ¿no?, empezó el 13 de Enero, y todavía no se ha terminado.... 👇




El Gran Carnaval (1951), película de Billy Wilder (El Crepúsculo de los Dioses o El Apartamento) protagonizada por Kirk Douglas (Espartaco), en ella interpreta a Chuck Tatum un periodista en horas muy bajas que es egocéntrico, manipulador, alcohólico... que va a parar a un pueblo insignificante donde no le queda más remedio que trabajar en el periódico local, allí se encuentra con una noticia que podría devolverle al mundo civilizado, un vecino del pueblo se ha quedado atrapado en una cueva mientras buscaba restos arqueológicos, empieza la maratón por sacarlo de allí pero ese periodista, conocedor de la gran noticia que tiene entre sus manos y que está seguro que captará el interés de todo el país, saca su artillería para convencer los encargados del rescate de hacer una u otra cosa con tal de ir retrasando el mismo, diciendo que el plan no es bueno y así seguir vendiendo la historia. Se crea todo un circo mediático donde son muchos quienes pretenden sacar tajada pero cuando Chuck Tatum ya ha cumplido su objetivo se da cuenta de que ha llegado demasiado lejos y pide volver al plan original, sin embargo ya es demasiado tarde.

Carroñeros televisivos

¿Os suena de algo el argumento de la película que a rasgos generales he contado arriba?, GENTUZA como Ana Rosa Quintana, otro calificativo no merece, un ave de presa carroñera, un buitre que se abalanza sobre su presa y no la deja hasta que termina hasta con el último trozo de carne que queda sobre los huesos ya desnudos, una carroñera, aunque fuera siguiendo órdenes superiores, que se recrea con satisfacción en la agonía de unos padres, de una familia, de un pueblo, que insisten e insisten en hacer negocio con un niño de 2 años sin pudor, sin vergüenza, sin sentimientos. Una cadena de televisión, Telecinco, especializada en casquería, que también ha hecho negocio a través de Sálvame, que han tenido la desvergüenza de poner un apartado serio presentado por David Aleman (periodista ex-actor que interpretó al malvado Bruno en Al Salir de Clase) y a través del programa de una periodista que hasta hace poco consideraba seria como es Sonsóles Ónega. ¿Cuándo harán la tv movie?, al tiempo, porque cualquier desgracia les sirve para conseguir audiencia, Ana Rosa Quintana creo que consiguió 4 millones. Antena 3 y Susanna Griso tampoco se quisieron perder el espectáculo.

¿Hasta dónde llegan los límites de la información?, una cosa es informar de un hecho desde una perspectiva de respeto hacia las personas implicadas, también hacia el telespectador y/o lector, otra cosa es caer en el sensacionalismo puro y duro donde el único objetivo es ganar dinero, el último de todos es informar. Es NECESARIO establecer unos límites simplemente por dignidad y por humanidad, no haciendo negocio con el sufrimiento ajeno, con las tragedias, y si una televisión, periódico o revista los sobrepasa que les caiga una sanción y de las duras y que incluso inhabiliten a ese periodista durante un tiempo dependiendo de la gravedad. No se puede seguir permitiendo este show televisivo sensacionalista y morboso cuando sucede una tragedia, ya sea la víctima un niño como Julen o Gabriel, o una persona adulta como Laura, Diana...
 

GRACIAS

Pero también hay que dar las GRACIAS a todos esos periodistas que sí saben hacer bien su trabajo sin caer en la inmundicia de todo vale para conseguir información, periodistas que todavía recuerdan que son seres humanos y que hay información con la que no se puede comerciar. Los hay, a lo mejor son pocos pero están ahí.

Y unas GRACIAS más enormes todavía se las tenemos que dar a todas esas personas en ocasiones tan criticadas como Guardia Civil, Policía y Bomberos, que lo dieron TODO por sacar a Julen de ese pozo aún conscientes de cual iba a ser su desenlace, GRACIAS a la Brigada de Salvamento Minero que tan importante es en Asturias, esa parte de España a la que están matando lentamente con el cierre de las minas, su intervención ha sido crucial, si algo positivo debe traer esta tragedia, más allá de peticiones para que les den el Premio Princesa de Asturias, o les concedan la orden al Mérito Civil que sería incluso más apropiada, es de su gran necesidad e importancia y que no debe desaparecer bajo ningún concepto.

GRACIAS también, porque no nos podemos olvidar de ellos, a esas personas que abrieron sus casas para que los equipos de rescate descansaran, que les han hecho comida, que los han apoyado todo lo que han podido.

Son ejemplos de que todavía quedan personas con buenos sentimientos, dispuestas a ayudar desinteresadamente como en el caso de los vecinos de Totalán, alrededores y de no tan cerca, a esos profesionales que ponen todo su esfuerzo para hacer su trabajo, en ocasiones muy peligroso y complicado, lo mejor posible sin descansar, sin rendirse.


Si el precio por la información es tan alto prefiero estár completamente desinformada.

DESCANSA EN PAZ PEQUEÑO JULEN, 

aunque seres sin escrúpulos y dignidad hayan convertido tu accidente y su desenlace, en un show que todavía no han terminado.