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Porras, me ha salido competencia, aficionados,
jamás superaréis mi nivel de inteligencia,
yo dominaré el mundo, vosotros no |
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¿No os ha pasado que estáis viendo la televisión se acaba un programa, empieza otro y nada más empezar ya ponéis mala cara o cogéis el mando a distancia a la velocidad de la luz para cambiar de canal?, si no llegáis a tiempo a coger el mando es posible que la primera imagen que se pueda ver es la de un presentador dándoselas de gracioso, y sobretodo de listillo y para encima sacando pecho, no sé a vosotros, pero a mí si que me pasa muchas veces, todavía no he descubierto el secreto del pistolero más rápido del Oeste o el de Harry el Sucio para desenfundar a la velocidad del rayo, no hay peor cosa que un presentador de televisión que se las da de gracioso cuando no lo es, o de listo cuando no tiene nada para hacer semejante alarde, en mi opinión es mejor tener exceso de humildad.
Yo destacaría tres casos en la televisión española, no voy a decir nombres pero pondré sus iniciales, no es demasiado complicado deducir quienes son estas personas, por ejemplo:
JV: va de gracioso pero sus chistes y gracietas solamente tienen sentido en su cabeza, quiere ir de colega total y no llega ni a mitad de camino, no digo que sea mala persona, no creo que lo sea, pero si es un pelín plasta, pero no es culpa suya sino de la cadena en la que trabaja por convertirlo en un RG de la vida, es decir, ponerlo a presentar más de un programa a la vez o muchos seguidos, dentro de nada lo veremos dar las campanadas de fin de año vestido con la capa de Drácula.
PM: este va de listo, gracioso, de divo total, de guaperas (a su lado el feo de los hermanos Calatrava es un Adonis), es la típica persona que quiere ser el niño del bautizo, el de la comunión, el novio en la boda y el muerto del entierro, y además quiere ser él más importante, más protagonista, que el invitado de su programa. Lo dicho, un divo total, y lo de hablar con insectos está afectando negativamente a su trastorno de personalidad múltiple.
MM: esta mujer,
famosa en el mundo entero (igual que la sidra El Gaitero), es el claro ejemplo de que "vale más callar y parecer tonto que hablar y despejar las dudas", es prepotente, envidiosa, presumida, egocéntrica, borde, experta en braguetazos... sus opiniones a veces causan mucha controversia sobretodo cuando decide iluminar al mundo a través de Twitter, y lo peor de todo es que se queda tan ancha, nada, cosillas que pasan cuando vas de lista por la vida y te quedas a medio camino, no distingues entre lo que puedes decir en voz alta y lo que debes callar.
From lost to the river, and to another thing butterfly.
Cosas que odio de la TV 6: La falta de objetividad ... Próximamente.
