Ese molesto pajarito azul

• ¡He vuelto!, ¿qué tal todo?.
• *Insertar spoiler de los gordos aquí*.
• *Usuario* desbloqueó algo en *algúnsitio*
• *Insertar aquí frase superinteligentísima*.
• Venga, me voy.
• Hola de nuevo.
• Ehhh, gracias a la gente por soltar ese spoiler tan gordo *modoirónicoOFF* ¬¬
• Twitter Off. Buenas noches humanidad.

Ains, Twitter, ese molesto pajarito azul al que a veces te dan ganas de matar de un perdigonazo en las plumas traseras, ese pajarito azul y cotilla que hace que muchas personas sin personalidad iluminen al mundo con sus "inteligentes" tweets, querido pajarito azul (bueno, ¿querido?, vaaa, es bromaaa) que tienes que leer tantas gilipolleces concentradas en solamente 140 letras y además públicas, a veces me das pena, tantas quejas de gente insatisfecha con sus vidas que creen que sus dramas les interesan a toda la humanidad, o esa gente que se queja porque desvelas la trama de una serie o película y que no admite críticas cuando ella misma lo hace, una máquina infernal de malas vibraciones que no hace más que sacar a relucir el desmesurado ego de muchas personas. (Los que se ofenden es que se dan por aludidos).

Pero que estás diciendo si tú tienes Twitter, idiota, si lo criticas tanto ten la decencia de quitar el botón del lateral del blog ¿no?, hipócrita ... vale, vale, no hace falta enfadarse, sí, tengo Twitter (aunque no le hago mucho caso), pero no siento esa necesidad patológica de contar cada cosa que sucede en mi vida minuto a minuto porque para empezar tengo por norma no hablar de mi vida privada en las redes sociales (y el botón es posible que vuele en breve), valeee, confieso, tengo un Twitter que uso regularmente y que tengo protegido porque sinceramente, a nadie le interesa lo que tengo que contar.

Conclusión: de la inteligencia verdadera a la pedantería patológica hay solamente un pequeño paso. Y que deberíamos vigilar mejor lo que escribimos porque si es público cualquiera puede leernos y hacer uso poco honesto de esa información (y luego a lamentarse).