El Negocio de los Elefantes

¡Sálvanos!, maldito humano

O debería decir: el negocio del marfil a costa de la aniquilación de los elefantes. Sí, creo que esa definición es más adecuada, cada día se matan en el mundo cientos de elefantes para arrancarles sus preciados colmillos de marfil, se les caza indiscriminadamente y luego con una motosierra, o un hacha, aunque el animal aún esté vivo se les cortan los colmillos y se dejan a su suerte que normalmente es servir de comida para otros animales. El elefante es un animal que a pesar de ser el mayor mamífero terrestre y de ser un animal imponente y muy inteligente, está catalogado como amenazado en la lista de estado de conservación, los elefantes africanos estarían en la categoría de vulnerable, mientras que los asiáticos en la de peligro (excepto el de Sumatra, que está crítico), el siguiente paso es el que dice que un animal está extinto en estado salvaje, un animal cuyo mayor depredador va armado con armas de fuego y se llama ser humano.

Son muchos los objetos de deseo que se pueden fabricar con marfil, desde figuras, hasta joyas, peines ... y muchos los millones que mueve el tráfico ilegal de los colmillos de un elefante, algo que estos animales usan para vivir.



La revista National Geographic de Octubre trae un extenso artículo sobre la caza ilegal de estos preciosos animales para satisfacer el afán consumista que muchos países asiáticos sienten por el marfil, podría esperarse que el futuro esos enormes colmillos fuera convertirse en grandes figuras, pero asombra saber que gran parte de ese marfil va a parar a la elaboración de figuras religiosas, uno de los mayores negocios de marfil de Filipinas donde al parecer casi es un sacrilegio poseer una figura religiosa de plástico, o en Thailandia, donde sus habitantes llevan amuletos de marfil para atraer la suerte y para protegerse del mal y de la magia negra, o mismamente el budismo que considera que para ser respetuosos con Buda hay que utilizar materiales de excelente calidad como oro o marfil y es este último el que más valor tiene.

La caza furtiva es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los animales que aún tienen ese estatus de salvaje, eso junto con la destrucción de su hábitat, en Camerún a principios de 2012 se mataron más de 300 elefantes, en el Congo entre 2006 y 2011 se mataron casi 5.000, y en Tanzania en 2012 los furtivos usan veneno para no alertar con sus disparos a los guardas de las principales reservas de animales. Los colmillos de esos animales van a parar a Asia, el mayor importador de marfil es China, seguido de Thailandia.

¿No veis la carita tan guapa que tenemos?,
¿por qué nos hacéis daño? 

Para hacernos una idea, en 1979 quedaban en África más de 1 millón de elefantes, en 2004 la población de elefantes no llegaba a 700.000, hay países que tienen que matar elefantes por cuestión de seguridad, porque hay sobrepoblación o bien porque suponen un peligro para algún asentamiento humano, o esa es la explicación oficial que dan los países que ingresan una gran cantidad de dinero organizando cacerías para gente con dinero (algo que nos suena a todos los españoles), hay países que también ganan con la exportación de marfil bajo el supuesto de que pertenece animales muertos por causas naturales para hacer así esa exportación legal. El presidente de un país africano llegó a decir en 1997 que los elefantes ocupaban demasiado espacio y que bebían una cantidad enorme de agua, que por lo tanto debían pagar su "alojamiento" con su marfil (ummm, más bien es el ser humano el que debería pagar alojamiento protegiendo a los elefantes y el resto de animales, algunas especies llevan sobre esté planeta más tiempo que el ser humano).

Lo que está clara una cosa y es que muchas especies se han extinguido por culpa del ser humano, y que en el caso del elefante la gestación es de creo 22 meses, el precio que se paga por sus colmillos es muy alto, pero el precio de un elefante es incalculable.

CRÉDITOS:

▪ Para redactar este post me he guiado por el artículo de la revista National Geographic de Octubre de 2012: Marfil: Guerra a la Caza Furtiva, escrito por Bryan Christy, con fotografías de Brent Stirton.
▪ Imágenes: Google, la primera no sé si es un fotomontaje o si es real.