Preparar un viaje

...Y que te joroben los planes.

O que surjan imprevistos inesperados. Tienes pensado ir de viaje a tal sitio en tal época del año, miras medios de transporte, si el destino es internacional no lo dudas, tu medio de transporte es el avión, pero si tu destino es un sitio nacional ahí ya tienes un abanico más amplio de oportunidades, que quieres disfrutar del viaje vas en tren o en coche, que no quieres disfrutar del viaje pues vas en autobús, si tienes la suerte de poder dormir todo perfecto, si vas en avión es por comodidad o bien porque tienes prisa. ¿Pero qué pasa cuando quieres ir en tren miras los billetes y cuando los vas a comprar te los cambian?, que es una gran pu**da, miras en la web de Renfe, te emocionas porque tienes tarifas estrella, pero cuando te dispones a comprar otro día los billetes resulta que Renfe ha quitado alguna de esas tarifas y que tienes que pagar más, luego si al día siguiente entras en la web y han bajado los precios te das golpes contra una pared, con semejantes precios podría regalarte un bocadillo por lo menos ¿no?, no se les pide que sea de jamón ibérico, vale de calamares ...

Total que el Domingo estaba más apática que el leopardo durmiento la siesta en un árbol que salía en el documental de Nat Geo Wild que estaba viendo y como en Semana Santa quiero irme unos días por ahí me he dicho ¿por qué no escribir sobre viajes en el blog? ...


Yo la verdad que no he tenido problemas serios en ninguno de mis viajes, si viajo por España suelo ir en tren, me resulta cómodo porque tienes espacio para moverte, que te cansas de estar sesntado pues vas a la cafetería, te tomas un café, una cocacola, tienes además aseos de sobra, y además cuando viajo suelo hacerlo sin prisa, el avión es más cómodo pero el aeropuerto en Asturias queda bastante fuera de mano por no hablar de que tiene un casi perpetuo problema con la niebla y puedes encontrarte que cancelaron todos los vuelos por este motivo. No me gusta viajar en autobús, sobretodo de noche cuando todos duermen, los olores concentrados en ese tubo con asientos pueden ser horribles, yo tengo la mala fortuna de no ser capaz de dormir mientras viajo, sus asientos están demasiado juntos y apenas puedes moverte, luego el aseo, son realmente asquerosos, jamás te sientes en los asientos cercanos al aseo porque desearás tirart del autobús en marcha sin esperar a que pare.

Como digo, nunca he tenido problemas serios, (bueno, tal vez uno nada más, un leve barotrauma, según palabras de mi médico, que sufrí aterrizando en Barcelona desde Londres por culpa del gripazo que traía encima de regalo), en los viajes que he hecho, tal vez algún que otro imprevisto inesperado, sobretodo en cuanto a organización, como cuando fui a Grecia nos cambiaron de Allitalia a Lufthansa que tiene unos aviones muy cómodos y con comida decente (que en British Airways te dan un mini panini y se quedan tan anchos), afortunadamente nos avisaron a tiempo y pudimos llegar a Barajas a tiempo, o cuando viniendo para Madrid desde Frankfurt casi tienen que desviar el avión a París debido a una fuerte tormenta que nos obligó a permanecer atados durante 4 largas horas, azafatas incluídas, pero bueno, esto ya no fue culpa de una mala organización, ni cosas de esas, sino un imprevisto en toda regla: el tiempo.

A Grecia por ejemplo fui por agencia, este viaje no tuvo imprevistos serios, lo único que una vez allí la organización tuvo que cambiar el día de excursiones pero no pasó nada porque no quedó de lo planeado nada sin ver. En mi primera vez en Londres si que hubo un imprevisto puedo decir que provocado, los del transporte al aeropuerto casi nos dejan tirados porque fue en Semana Santa, se cambiaba la hora y al conductor del monovolumen se le olvidó hacerlo, llegó una hora tarde, afortunadamente íbamos con tiempo de sobra para llegar a Gatwick y darnos un paseito por el duty free, aunque no tan extenso como nos hubiera gustado, así que decidimos que para volver a Londres íbamos a organizar nosotras el viaje vía internet, y así lo hicimos, fue rodado, sin inconveniente alguno excepto que tuvimos que recorrer media ciudad con las maletas, incluso nos tomamos la libertad (y el privilegio) de ir a cenar al Fifteen de Jamie Oliver, increíble. De este viaje me he llevado un consejo: no viajar jamás a Londres para fin de año, es una flipada, pero te mueres de frío (y vuelves a casa con un gripazo de impresión).

En cuanto al transporte, en el caso del tren y del autobús hay una lucha constante, Renfe se queja de que perdieron muchos viajeros, y no me extraña la gente decida no viajar en tren, los precios son abusivos, y por eso mucha gente decide ir en autobús porque el billete les sale por mucho menos, tienen tarifas estrella pero cuando te pones a comprar el billete igual varios días después te han jorobado los planes porque han subido el precio, quitan tarifas estrella, las vuelven a poner, las quitan, las ponen ... ¿por qué no bajan los precios para captar clientes?, el tren es infinitamente más cómodo que un estrecho autobús, ¿no se dan cuenta?. Ahora han bajado las tarifas en AVE y larga distancia, pero las han subido en media distancia y cercanías, aún así siguen siento demasiado caras y en una época como la que nos han obligado a vivir la gente es normal que opte por el medio de transporte más económico. Siempre queda el avión low-cost ¿no?, aunque yo sinceramente me niego a viajar con Ryanair por muy barato que sea, no llevan personas, para ellos somos mercancía y nos tratan como tal.





Para terminar ... ¿y cómo es un leopardo durmiendo la siesta en un árbol? ...

A mí que no me despierten esos de National Geographic
 para que les haga monerías, no soy un mono.

CRÉDITOS:

Imágenes vía Google.